AL FILO DEL AGUA CON MIRABEL RIQUENES
BITACORA. No 4, otoño 2000, p. 6
Es curioso, pero todas nuestras entrevistas con este hombre han ocurrido a dos pasos de la orilla del mar. Ahora, para variar, lo encontramos en el área de estacionamiento de lanchas de la Laguna de la Leche, el mayor acuatorio natural cubano. Está a punto de comenzar la carrera final del Grand Prix de Fórmula T-1
Jardines del Rey, pero Mirabel Riquenes Pérez, el presidente del Comité Organizador de Motonáutica de Cuba (COMC), no tiene prisa: acepta la invitación al diálogo de La Revista Náutica de Cuba.
BITACORA.- Los cubanos nos incorporamos al mundo de la motonáutica en 1995, ¿qué nos llevo a él?
M. RIQUENES.- Ocurrió que en ese año vino a Cuba Mauro Ravenna, promotor mundial de motonáutica, con la idea de desarrollar aquí una carrera del Campeonato Mundial de la Clase Uno. Había sido motivado a ello por Constantino Pares, directivo de la firma Gill and Duffus, que ha patrocinado alguno de estos eventos, y el proyecto fue puesto a la consideración del Ministerio del Turismo. Por aquellos días aún teníamos el amargor dejado por la llamada "crisis de los balseros", de modo que aquel certamen, con el Presidente Fidel Castro dando el banderazo de arrancada, se convirtió en un gran acontecimiento que reunió a lo largo del Malecón capitalino a más de un millón de espectadores durante los días 27 y 28 de abril de ese año.
Desde entonces hasta hoy hemos desarrollado 11 eventos de motonáutica profesional en Cuba. No sólo la Offshore o Clase Uno, que se repitió en 1996, sino la Formula T-1, que desde 1997 ha regularizado sus presentaciones en la pista de Revientacordeles, en la bahía de Cienfuegos, para extenderse este año a Ciego
de Avila, y luego el aquabike, cuya última competencia en la bahía de Santiago de Cuba fue de extraordinario colorido.
BITACORA.- A este paso, ¿ve usted la posibilidad de que Cuba organice un campeonato propio?
M. RIQUENES.- Respecto a nuevas competiciones, la perspectiva más inmediata sería la creación de una Copa del Caribe en T-1. Ya hemos conversado esta posibilidad con promotores de Jamaica, Gran Caimán y Santo Domingo. Lo más importante para Cuba es que ya formamos parte de los circuitos de T-1 y aquabike, con carreras que suman puntos a los pilotos para los respectivos campeonatos mundiales.
O sea, que las perspectivas son muchas. Los sueños se han ido materializando gracias a las políticas del Ministerio del Turismo y el Comité Olímpico Cubano. Y gracias al apoyo de la Corporación CIMEX, de Cubana de Aviación, Gill and Duffus y otros patrocinadores. Puedo agregar que sin la ayuda de las autoridades en cada una de las provincias donde se han celebrado los eventos, éstos no habrían sido posibles.
BITACORA.- Hay una pregunta que usted habrá escuchado muchas veces, pero tenemos el deber de llevar la respuesta a los lectores de nuestra revista: ¿Tendremos pilotos cubanos en T-1?
M. RIQUENES.- Ya tenemos dos pilotos cubanos que se destacan en aquabike: Pedro Montes, en 785 cc y estilo libre, y Enrique Lusson hijo, en 785; no me cabe duda de que ambos pueden entrar en la categoría superior de esta modalidad, 1200 cc. Tenemos que buscar máquinas profesionales de carreras, que son nuestra principal dificultad. Puedo decirte que Montes logró un cuarto puesto en 1998 con una máquina obsoleta y logró el tercer lugar en estilo libre el año pasado, subiendo al podio por primera vez; no dudo que Lusson pueda hacerlo también.
En la Formula T-1 estamos en condiciones de preparar pilotos. Contamos con una cantera de jóvenes conocedores del mundo náutico, procedentes del Turismo, la Marina de Guerra y las Tropas Guardafronteras, quienes tienen determinada formación técnica y sólo necesitan entrenamiento en el manejo de las lanchas. Los mexicanos han ofrecido apoyo en la preparación de estos principiantes.
BITACORA.- ¿No vuelve la Clase Uno?
M. RIQUENES.- De la categoría Offshore no te puedo decir si retornará a nuestras aguas, depende de los
patrocinadores que encontremos. Pero hay interesantes proyectos con las restantes modalidades. Del 29 de marzo al primero de abril del 2001 tendremos en Santiago de Cuba la manga inaugural del Campeonato Mundial de Aquabike, que continuará después en Santo Domingo y en pistas europeas.
Más adelante, en julio del mismo año, celebraremos en Cienfuegos el quinto aniversario del inicio de las carreras de Motonáutica T-1 con un campeonato internacional, para retornar enseguida a la Laguna de la Leche, en Ciego de Avila, con la segunda edición del Grand Prix Jardines del Rey. O sea, que ya trabajamos para tres eventos del año próximo. Asimismo estudiamos la posibilidad de, luego del certamen de aquabike en Santiago de Cuba, desarrollar otro evento de esta modalidad en Holguín, si aparecen patrocinadores. La pista podríamos ubicarla en bahía de Nipe, Guardalavaca o Estero Ciego... hay tiempo para escoger.
BITACORA.- En términos de promoción turística, ¿que representa la motonáutica para Cuba?
M. RIQUENES.- Estos eventos han provocado una atracción turística hacia el país. Las competencias Offshore colmaron las habitaciones del Hotel Nacional y puedo decirte que durante las carreras de las T-1 en Cienfuegos los hoteles también se llenan; hay muchos turistas que persiguen estos eventos. Los mismos pilotos que vienen a competir sienten confianza en el país y la manifiestan trayendo a su familia.
Es un fenómeno que funciona muy bien como resorte promocional y los turoperadores persiguen estos eventos para conformar paquetes turísticos atractivos para esta zona. Desde el punto de vista de la gestión turística, el desarrollo de la motonáutica en Cuba cumple tres objetivos: potenciar los principales polos turísticos, como La Habana, Cienfuegos, Santiago de Cuba y ahora Jardines del Rey, a partir de la amplia cobertura de televisión y revistas especializadas que sigue estos certámenes; promover las pistas cubanas como enclaves de calidad para lides internacionales de motonáutica, y brindar recreación al pueblo, que disfruta estas fiestas junto a los visitantes extranjeros.
BITACORA.- ¿El Comité Organizador de Motonáutica de Cuba tiene planes conjuntos con el organismo deportivo nacional?
M. RIQUENES.- El INDER (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación) ha ayudado mucho. La organización de todas las ceremonias corre a cargo de ese organismo, que ya posee jueces que llevan el control de las carreras junto a sus homólogos mexicanos en las T-1. En las provincias, las direcciones locales de Deportes son el brazo derecho del COMC para la celebración de los eventos de motonáutica.
BITACORA.- ¿Qué opina del turismo náutico cubano?
M. RIQUENES.- Para mí ese segmento tiene tantas posibilidades de desarrollo, e incluso más, que las opciones de tierra. Están vírgenes aún muchas de las bellezas que tiene el archipiélago en su plataforma submarina, sobre todo en el sur. Pienso que el gran salto del turismo cubano lo dará en las ofertas náuticas. Ahora debemos poner los mayores esfuerzos en la protección del medio acuático, para que no lo encontremos deteriorado cuando llegue el momento de explotarlo a plenitud.
BITACORA.- ¿Le sorprendió a Mirabel Riquenes su evidente vocación por las carreras acuáticas?
M. RIQUENES.- En nada, porque en mi vida como profesional del turismo ya estuve al frente de la Marina
Hemingway, fui director de Cayo Largo del Sur y dirigí Puertosol. En la promoción de la motonáutica estoy desde el comienzo, aunque ahora también nos ocupamos del golf y las convenciones de turismo.
9.2.08
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