9.2.08

PUENTE DE VELEROS EN EL ESTRECHO DE LA FLORIDA
Cuban Review, Año 3, No 26, julio 1997, pág. 14

En lo que pudiera ser el mayor reflujo de embarcaciones entre Estados Unidos y Cuba desde el conocido “puente” migratorio ocurrido en 1980, más de un centenar de veleros norteamericanos llegaron a la isla el 25 de mayo último como participantes en la regata II Copa Habana.

Una eficaz organización, encabezada por la asociación Ocean Racing Venture, logró en la sesión inaugural de 1997 casi multiplicar por diez la participación obtenida por el certamen, convirtiendo la cita en un acontecimiento deportivo relevante entre los dos países, en diferendo desde hace casi cuatro décadas.

Media honra antes de comenzar la ceremonia de premiación del tope yatístico, a las 18:30 –hora de Cuba- del miércoles 28 de mayo, la televisora CNN dio a conocer u n reporte de la copa, respaldado por imágenes inmediatas de las embarcaciones atracadas en la Marina Hemingway, lo que da fundamento a la suposición de que el hecho no haya pasado precisamente inadvertido para el público norteamericano.

Según la revista floridana Southwinds, editada en Saint Petersburg, la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCS), opuesta al gobierno del Presidente Fidel Castro, expresó su rechazo a la regata.

La FNCA fue invitada, el 4 de abril último, a un foro pre-regata celebrado en la universidad de South Florida y, según una testigo de ese encuentro, un representante de esa organización expresó: “No estamos amenazando, pero vamos a hacer todo lo que esté en nuestro poder para que esa regata no ocurra”.

A la mencionada reunión asistieron también funcionarios del gobierno de Estados Unidos –incluidos representativos de agencias del Tesoro, Comercio y Aduanas-, informó Southwinds en su edición e mayo. De acuerdo con la testigo antes citada, las autoridades sólo exigieron el cumplimiento de las leyes respecto a sus ciudadanos de visita en Cuba: no hacer ningún tipo de gastos en este país.

En Marina Hemingway, punto de concentración de los yatistas en Cuba, trascendió que las tripulaciones fueron eximidas del pago de los derechos de atraque, mientras los anfitriones asumieron el costo de las visas de los participantes estadounidenses, estimados en más de 500.

Jim Duncan, presidente del Ocean Racing Vennture, puso de relieve la elevada participación de batistas procedentes de ambas costas de la Florida, de Alabama, de Texas y de Georgia, principalmente, saldo que atribuyó a la posibilidad de contar esta vez con una organización encargada e los preparativos de la Copa Habana y a una activa promoción de los medios de prensa.

Después de una jornada de descanso, la tercera parte de los 113 veleros arribados a la capital cubana se sumaron a la III Regata Castillo del Morro, realizada el martes 27 a la vista del litoral citadino, conjuntamente con embarcaciones de Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Francia e Italia.

El triunfo absoluto sobre las 276 millas náuticas de la Copa Habana lo obtuvo el crucero Obsesión, capitaneado por Alain Carmona. Las 25 millas de la regata Castillo del Morro, bajo el mando de Jane Anne Meinhard, y al Testigo, encabezado por el capitán, Ray Dohle, ambos norteamericanos, en categorías separadas con y sin spinnaker (vela redonda).

Isaac Zabiski, presidente de la Federación Náutica en Cuba, destacó la elevada deportividad de los norteamericanos y afirmó esperar que este acontecimiento contribuya a promover el desarrollo del datismo clase crucero en Cuba.

A continuación de la entrega de premios, Jim Duncan obsequió un cañón dorado en miniatura al Club Náutico Internacional Hemingway (CNIH), coauspiciador de la lid velerística por la parte cubana, cuyo quinto aniversario celebraron con esta regata.

Después de hacer disparar el artefacto, Duncan retó al club con sede en Cuba a enviar el año próximo a Tampa, Florida, cuantas embarcaciones sean posible para tomar la arrancada de la Copa Habana junto a los norteamericanos.

José Miguel Díaz Escrich, comodoro del CNIH, agradeció el obsequio y calificó ambas regatas como las mayores en la historia de la navegación deportiva entre Estados Unidos y Cuba.

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