Cangrejo rojo
vs. Cangrejo azul
Uno de los viejos pasatiempos del verano era la
colecta de cangrejos. Salíamos una noche, con faroles, linternas, sacos, quien
con su par de guantes y su ganchos por temor de las muelas del bicho. Alguno
con la botella de radical etílico y a correr por los maniguales cercanos a la
costa tras el crustáceo que se acerca al agua desde que rompe la primera lluvia
a hacer su puesta.
Hace poco aparecían en internet algunos sitios donde, con abundancia de fotos, hay gente preocupada porque las oleadas de cangrejo atraviesan las carreteras y son aplastadas por vehículos:
Hace poco aparecían en internet algunos sitios donde, con abundancia de fotos, hay gente preocupada porque las oleadas de cangrejo atraviesan las carreteras y son aplastadas por vehículos:
http://losviajesdeclaudia.com/cuba/migracion-de-los-cangrejos-zombie-en-cuba/
La increíble hazaña de los cangrejos rojos (On Cuba,
30.04.2015)
http://oncubamagazine.com/ciencia/la-increible-hazana-de-los-cangrejos-rojos-cubanos/
Llama la atención es que el cangrejo de nuestros
recuerdos, el de los suculentos y celebrados enchilados es el cangrejo de
tierra, o blanco, o azul (Cardisoma guanhumi), mientras el que se lleva las
lamentaciones es por el cangrejo rojo (Gecarcinus ruricola), que para la
modesta memoria del ciberlector comenzó a aparecer hace un par de décadas y
desde su llegada son cada vez más y los otros, los de siempre, cada vez menos.
Aprovechado la conexión, se han pasado algunos mensajes a instituciones especializadas a ver si se está en lo cierto o nada sucede y es la edad la que le juega al nostálgico cangrejero su pasada. Se le hace también invitación a los miembros del foro “Cubanos de Pesca” (http://cubanos-de-pesca.5456.x6.nabble.com/Cangrejo-rojo-vs-Cangrejo-azul-td4985894.html) para dialogar sobre esos cangrejos rojos y azules a ver si siempre fue del modo que esta memoria lo recuerda o la perspectiva ha sido afectada por los años o por una experiencia demasiado local. Rubén, que vive en Nueva Jersey pero es de Manicaragua, es el primero en responder:
Aprovechado la conexión, se han pasado algunos mensajes a instituciones especializadas a ver si se está en lo cierto o nada sucede y es la edad la que le juega al nostálgico cangrejero su pasada. Se le hace también invitación a los miembros del foro “Cubanos de Pesca” (http://cubanos-de-pesca.5456.x6.nabble.com/Cangrejo-rojo-vs-Cangrejo-azul-td4985894.html) para dialogar sobre esos cangrejos rojos y azules a ver si siempre fue del modo que esta memoria lo recuerda o la perspectiva ha sido afectada por los años o por una experiencia demasiado local. Rubén, que vive en Nueva Jersey pero es de Manicaragua, es el primero en responder:
“Yo me acuerdo cuando iba a la playa y eran las
migraciones de cangrejitos rojitos bien pequeños. Tú mirabas la carretera y era
rojiza de tantos millones juntos. Donde siempre los vi fue en el circuito norte
entre Trinidad y Cienfuegos muchos cogían miedo en pasar por ahí en las
temporadas de migración porque era de seguro poncharte cuando los carros
le pasaban por arriba; qué lástima, muchos morían antes de alcanzar el agua, la
cual no tengo ni idea de porque la hacían año tras año”.
Flysmael: Era para reproducirse.
Hay un cuento muy cómico que nos ocurrió a los competidores de un torneo a
spinning en Playa La Mula, en la hermosa costa de Santiago de Cuba. Era enero y
los ríos estaban represados por su tibaracores, así que la picada estaba floja.
Entonces, cada vez que te encontrabas con un local –hombre, niño o señora con su
jaba de mandados- te hacía la misma recomendación: vuelvan cuando llueva,
entonces la cangreja baja a poner a la costa y viene el jurel, la cubera, todo
el pescado a comer los huevos a la orilla. Tres veces al día te lo decían. Seis
veces. Diez.
Zapito: Buenos días o noches, no
sé, sean buenos los momentos a la hora que lean esto. Yo sincera y modestamente
solo puedo decir que he visto estas migraciones en el tramo de carretera de
punta Perdiz a Playa Larga en la bahía de Cochinos al sur de la provincia de
Matanzas, he visto hasta carros ponchados y los choferes peleando
descontroladamente y c...* hasta en la hora que nacieron por culpa de los
cangrejos, que en definitiva son los que peor salen porque pagan con la vida. La
verdad los que he visto en más cantidad son los que tienen unas muelas rojas o
anaranjadas, los azules los he visto en menor cantidad pero hasta aquí en la
Habana. Ahora más bien prefiero quedarme a la expectativa de lo que se escriba
porque sobre el tema poco puedo aportar y mucho que aprender.
Rafael: Te hablo de Gibara Cuba, llamada La Villa
Blanca de los Cangrejos, te digo que aquí hay de los dos, el cangrejo blanco
que se captura cerca de la desembocadura de los ríos Cacoyugüin y Gibara y que
hace cuevas, cuando truena sale de las cuevas y se captura a mano o con guantes
y coas, aunque ya hay quien lo saca con
ganchos; de ese se aprovecha toda la masa. El rojo, más pequeño, vive en los montes de
manigua de la costa, y una vez al año, en marzo, baja a la costa a desovar en
oleadas, atravesando sembrados y caminos,
hubo varios años que producto de la extracción de arena se perdió pero
al detenerse hace varios esta, y luego de la arena que trajo a la costa el
huracán Ike, han vuelto en oleadas grandísimas, incluso afectan el cultivo de
tomates pues le cortan el tallo. De ese se extrae el Caro (hueva) para hacer
frituras muy sabrosas, que se pueden conservar de un año para otro. En el
tiempo de desove la pesca con vara criolla
de Yaya desde la costa es poderosa, pues a ese olor bajan todos los
peces, incluso en manchas.
Flysmael: Gracias a todos.
Les cuento que consulté a varios centros de investigación y me respondieron el
Instituto de Oceanología y el Centro de Investigaciones Pesqueras. De este último,
el Dr. Enrique Giménez, del departamento de Camarón, envió algunos materiales. Según
una conversación telefónica que tuvimos, al parecer no se trata de interacción
entre las dos especies, sino de que el blanco o azul es explotado
comercialmente, mientras el rojo no lo es. De manera que podría tratarse de un fenómeno
de sobrepesca -o más bien sobre-explotación-.
Hemos descargado algunos materiales sobre ambas
especies:
“Cangrejo terrestre de caparazón cordiforme, ovalado
transversalmente, convexo en ambas direcciones (redondeado) y con los bordes
laterales muy arqueados. Es uno de los cangrejos terrestres más grandes (...),
su caparazón típicamente alcanza entre 6,0 y 8,5 cm de ancho y de 6,5 a 7,2 cm
de largo. La superficie dorsal de la frente es excavada, con pequeños
tubérculos, y la del caparazón está cubierta con diminutas papilas planas,
apenas visibles. En los adultos, el cuerpo y las patas presentan una
característica coloración gris azulosa, mientras que los juveniles pueden ser
marrones, morados o anaranjados.
“Especie de amplia distribución que se extiende
desde la península de Florida en los Estados Unidos, el golfo de México y todas
las Antillas, hasta São Paulo en Brasil. En Venezuela está ampliamente distribuida
a lo largo de la costa de tierra firme y la región insular, donde habita playas
fangosas con manglares y cocotales, en suelos salinos bajos”.
(«http://wikieva.org.ve/index.php?title=Cardisoma_guanhumi&oldid=50612»).
Cangrejo rojo. Posee también los nombres de cangrejo negro,
purple land crab y zombie crab. (Gecarcinus ruricola):
Es el más terrestre de las especies de cangrejos
del Caribe y se le encuentra desde Cuba y Bahamas, a través de las Antillas y
tan al este como Barbados. Ha sido reportado sin amplia confirmación en Florida
y Nicaragua, pero se considera el límite septentrional de su distribución se
halla en Dry Tortuga.
Una
hembra promedio deposita 85 000 huevos en el mar, donde las larvas viven como
parte del plancton. Los que logran regresar a tierra crecen durante los tres
años siguientes en las cuevas de otros cangrejos y se alimentan de los residuos
que aquellos dejan. Según una información del sitio Wikipedia, este género de
crustáceo tiene asociadas algunas especies de moscas (Drosophila sp), pero no
señalan su incidencia en la salud humana. (https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Gecarcinus_ruricola&oldid=663410125)
En
un artículo del biólogo José Fernández Milera, publicado en 1983, se documenta
un caso de degradación ambiental ocurrido en la ciudad de Cárdenas durante la
primera mitad del siglo XX, de grave perjuicio para las migraciones
reproductivas del cangrejo en esa localidad marinera 1. Las invasiones del crustáceo a las
calles de la ciudad comenzaban desde el primer aguacero de la primavera
–generalmente en mayo- hasta agosto, en su descenso hasta la orilla del mar
donde ocurre regularmente la puesta y fecundación de los huevos. Esto deba
lugar a grandes colectas de tipo comercial o por aficionados, que satisfacían por
unas semanas el gusto generalizado por esta especialidad culinaria, que deriva
lo mismo en ensaladas que en enchilados: pollo sin plumas le llamaban. La venta
de cangrejos por docenas llegó a adquirir cierta importancia en Cárdenas, pues
el profesor Milera menciona que visitantes de la playa de Varadero solían
llegar a la ciudad para adquirir el crustáceo.
El
desarrollo industrial, principalmente de azúcar y sus derivados y una fábrica
de papel, vertieron de manera creciente desechos de sus procesos en la bahía de
Cárdenas, provocando la muerte por millones de las larvas que en ese acuatorio
nacían, limitando de manera ascendente el número de nuevos ejemplares en cada
temporada de freza. Los colectores tuvieron que retirarse cada vez más lejos de
los barrios citadinos de la Marina y Fundición para reunir sus mazos de
cangrejos. Hembras y machos caían en las zanjas de desagüe contaminadas de
vertimientos en su avance hacia el mar y ahí morían, sin llegar siquiera a la
orilla, señalaba el naturalista. Este fenómeno no es exclusivamente nacional,
lo cual no es precisamente un consuelo, pero pudimos ver un reporte muy
documentado del diario mexicano La Jornada en 2006 2.
Haciendo
búsquedas en la red de redes, hallamos algunas referencias interesantes a la
explotación del cangrejo de tierra en Cuba. Según una fuente mexicana 3, “Cuba es uno de los principales productores y
consumidores de este organismo. Actualmente (1993) tiene una producción de 254
toneladas por año, el promedio de peso por cangrejo es de 172.3 g y por cada
docena de cangrejo se obtienen 2.06 kg” 4. Asombrosamente, se dice que en
algún momento Cuba fue uno de los importadores de cangrejos enteros procedentes
de México 5. En cuanto a la talla
reproductiva reportada, la de nuestro país (1982) sería de 5.0 cm de ancho de
caparazón 6, mientras en Venezuela (1974) se
hallaban en 7.0 cm y los mexicanos hallaron medidas de 7.6 cm en Banco
Chinchorro y 6.3 cm en Punta Gavilán. Con mucho respeto: caminando monte y
buscando cangrejo para almorzar, en sitios como Playa Antonio de la Península
de Guanahacabibes, Playa Girón en Matanzas y siquiera el tramo costero entre
las bahías de Mariel y Cabañas, nunca un cangrejo de 5 centímetros de ancho de
caparazón fue visto mezclado con los verdaderamente grandes de la época de
desove. ¿Será que el investigador que cita está tomando un dato de “primera
maduración” y comparándolo con promedios de talla de hembras en desove de otros
sitios?
Un
trabajo investigativo del Centro de Investigaciones Pesqueras de Cuba propuso
en 2010 el aprovechamiento del cangrejo rojo en la elaboración de harina para
la alimentación de juveniles de camarón. En los resultados se destacó que las
dietas que incluyeron las harinas de este cangrejo en su fórmula promovieron
mayores crecimientos y un índice de muda más elevado 7. Hallar usos para esta especie,
como recurso natural accesible, podría ser una de las vías razonables para
equilibrar su abundancia respecto a Cardisoma
guanhumi, aparte de otros estudios, establecimiento de medidas de
conservación y delimitación de áreas protegidas para la especie.
Una respuesta
responsable
Uno
de los materiales cedidos por el Dr.
Enrique Giménez lleva el título “Situación actual del cangrejo de tierra, Cardisoma guanhumi, (Lattreille, 1825)
en Cabo Cruz, Parque Nacional Desembarco del
Granma, Cuba” y es de su propia autoría, junto a Raíza Escalona y Ernesto Palacio, de
Empresa de Flora y Fauna del municipio de Niquero, y a José Torres Linares,
especialista del Buró de captura de la empresa pesquera de la misma localidad.
Es uno de los textos científicos que el amante de la naturaleza, empeñado en
desentrañar sus verdades, puede hallar útil a partir de la comprensión de datos
esenciales entre el entramado de información técnica no accesible, en verdad,
para todos.
Con
toda precisión nos documenta: “el cangrejo de tierra (Cardisoma guanhumi)... se
distribuye desde Bermuda y el sudeste de Florida (E.E.U.U) a través del golfo
de México y las Antillas hasta San Pablo (Brasil) (Cervigón et al., 1992),
constituyendo un recurso de importancia comercial en República Dominicana, La
Florida (E.E.U.U), Brasil, Colombia y Cuba. En nuestro país, el cangrejo se
captura en la isla de la Juventud, Casilda, Cabo Cruz y ciénaga de Zapata,
siendo esta última la principal zona de captura de la especie”.
El
muestreo base de este estudio se llevó a cabo del 17 al 22 de abril de 2013 en
las áreas del Guafe y Vereón abarcando un área total de 500 m2. La
principal conclusión fue: “Se considera que el cangrejo de tierra en cabo Cruz
está en estado de plenamente explotado a
sobreexplotado, con un diámetro medio de cuevas de 6 cm, correspondientes a
cangrejos de tallas pequeñas, menores a la talla mínima legal y una densidad
media de cangrejos de 2.76 8 cuevas/m2”.
El
hecho de que el más alto porcentaje de cuevas muestreadas (entre 72 y 84%)
evidencie un la elevada presencia de ejemplares de talla inferior a la mínima
legal, es un indicador de sobreexplotación del recurso. Una de las causas del
fenómeno indicado parece ser el procedimiento de acopio del cangrejo de tierra
(Cardisoma guanhumi), llevado a cabo por la población local
mediante contratos con la entidad pesquera, sin cuota de captura, ni límite de
personal involucrado ni registro del mismo, mediante la modalidad de “Libre
acceso”.
Sin
abandonar la objetividad científica propia de documentos de este tipo, el
artículo de Giménez Hurtado y colaboradores muestra un punto de vista
comprometido de manera ética con el valor del recurso, a partir del principio
respaldado por la FAO de que “no sólo son los pescadores los perjudicados al
desaparecer una pesquería sino también la sociedad en su conjunto que, en última
instancia, es la propietaria común de los recursos” 9:
Cuando la captura
por unidad de esfuerzo (CPUE 10) comienza a
disminuir y por tanto las ganancias, se comienza a incrementar el esfuerzo de
pesca, con el objetivo de hacer rentable la actividad. Esto provoca errores en
el análisis de la información, el esfuerzo de pesca real se incrementa, lo cual
no es detectado si no se poseen datos históricos del número de pescadores
empleados. Finalmente con el incremento del esfuerzo de pesca, disminuye la CPUE,
la pesca puede hacerse irrentable, ocurriendo la sobre explotación pesquera en
el corto o mediano plazo, pudiendo llegar el colapso del recurso.
Ilustrando
las prácticas vigentes, el artículo científico citado nos informa que en la
zona de Casilda (Sancti Spíritus, Cuba), “con 1.24 cuevas/m2 se realizaron
capturas de 0.5 millones de cangrejos, explotación que afectó el recurso, por
lo que se impuso veda total en 1994”. En Ciénaga de Zapata se declaró la
sobreexplotación del recurso en años en que se detectaron valores de densidad
entre 0.56 y 0.84 cuevas/m2; en la fecha del artículo (2013), los
autores notificaban 1.43 cuevas/m2 para ese importante humedal.
Entonces...
El
Instituto de Oceanología, en respuesta a nuestra indagación, señaló que en el
contexto de estudios relacionados con el cambio climático, habían previsto evaluar
la importancia de estas poblaciones de cangrejo en el estado de salud de los
ecosistemas marinos adyacentes a los humedales donde ellos habitan 11. Esto representa que la búsqueda de
respuestas a nuevas preguntas que surgirán está en marcha.
La
duda que motivó este texto sigue vigente: si ha habido o no interacción entre
dos especies de cangrejo y si los “azules” han sido desplazados por los
“rojos”.
En
el relevante artículo de Giménes y colaboradores se hace referencia a la
presencia de otros géneros de cangrejos en las áreas donde hace sus cuevas
Cardisoma guanhumi, pero no se detalla su interacción o si esta vecindad posee
algún significado en el orden ecológico. Que insistamos en saber por qué hay
tanta presencia de cangrejo rojo y qué representa esto para las poblaciones del
cangrejo de tierra que consideramos siempre común, el “azul”, puede parecer
broma, pero sería tan seria cuestión como el hecho de que la biajaca criolla
haya sido impactada por otro cíclido visitante, la tilapia, no porque esta
devore a la cubana, sino porque la desplaza con su masiva presencia de sus
áreas habituales.
A
la fuerte presión de captura y a la contaminación ―que el lector creerá
relegada a la primera mitad del siglo XX―, habría que preguntarse si el
cangrejo cubano no habrá estado afrontando eventualmente la reducción de su
hábitat y el acceso al mar, debido a desarrollo de la infraestructura vial,
urbana e industrial, y asimismo pese sobre él, quien sabe desde cuándo, la
competencia de una especie que ― a los ojos tal vez inexpertos en materia
científica, pero convencidos por la asidua experiencia de los aficionados ― le
ha estado suplantando de sus escenarios y provocando quién sabe cuál alteración
en un equilibrio biológico dentro del cual Cardisoma
guanhumi era el residente principal.
Como
en un match de boxeo, no faltará en algún perdido villorrio costero la
muchachada aburrida a la que un día de verano se le ocurra marcar un
cuadrilátero en la arena de la costa:
―
¡En la esquina azul, con más de 500 años en el barrio, el pollo sin plumas!
―...y
en la esquina roja el retador, ¡el demonio de las carreteras!, ¡con un récord
en gomas ponchadas y kilómetros de costa colonizadas...!
NOTAS:
1- J.F.
Milera: “El gran cangrejo de tierra en peligro”. El Rascacio, La Habana, Año
IV, Número 16, Junio 1983.
2- “Peligran dos
especies de cangrejo por la urbanización incontrolable”. La Jornada, México, 7 de noviembre de 2006 (http://www.jornada.unam.mx/2006/11/07/index.php?section=ciencias&article=a02n1cie).
3- José Juan Oliva Rivera: “El
cangrejo terrestre Cardisoma guanhumi
¿un recurso pesquero?
(http://revistas.ecosur.mx/ecofronteras/index.php/eco/article/viewFile/871/864).
José Juan Oliva Rivera es técnico titular del Departamento de Aprovechamiento y
Manejo de Recursos Acuáticos del Área Académica de Sistemas de Producción
Alternativos en ECOSUR Chetumal.
4- Álvarez I, E. Giménez, P.
Machado & R. Flores. 1993. Explotación y aprovechamiento del cangrejo de
tierra (Cardisoma guanhumi) en la ciénaga de Zapata, Cuba. Sian Ka’an, Ser.
Doc. 1:48-56. Citado por Oliva Rivera.
5- Según: Lutz, L. & C.B.
Austin. 1982.
Land crabs: a new resource potential. Proc. 35th Annual, Gulf and Carib. Fish.
Inst. Bahamas. 6-17. Los otros importadores de
cangrejos enteros mexicanos serían “algunos países de América
Latina como Colombia, República Dominicana
y Venezuela”, mientras “las tenazas y la
pulpa cocida se exportan hacia Estados Unidos, Japón y Puerto Rico”. Citado por
Oliva Rivera.
6- Giménez, E. & M. Acevedo.
1982. Relaciones morfométricas y talla de primera maduración del cangrejo de
tierra Cardisoma guanhumi Latreille en la ciénaga Zapata. Rev. Cub. Inv. Pesq.
7(3): 18-37. Citado por Oliva Rivera.
7- Iliana Fraga, José Galindo y Barbarito Jaime:
“Evaluación de niveles de inclusión de harina de cangrejo rojo de tierra
(Gecarcinus ruricola) en la dieta de juveniles de camarón blanco (Litopenaeus
schmitti)”. Centro de Investigaciones Pesqueras, La Habana, 2010.
8- Promedio general
del área estudiada. La zona donde se observó mayor densidad de cuevas fue en el
Guafe con 4.13 (cuevas/m2) y la menor se observó en la zona de
Vereón con 0.92 (cuevas/m2). La talla mínima legal es de 8 cm de
ancho de carapacho.
9- FAO. 1999. Orientaciones
Técnicas para la Pesca Responsable. Citado por Giménez
Hurtado y colaboradores.
10- CPUE: Captura
por Unidad de Esfuerzo: En este caso se mide por individuos en la captura de
cangrejos por la unidad de tiempo seleccionada.
11- Correo de la
Dra. Aida Caridad Hernández Zanuy, del Instituto de Oceanología, al editor del
blog, el 23 de julio de 2015.
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